Y cerré los ojos…

Era de noche, las calles alumbradas, la gente pasaba disfrutando el ir y venir.

Hacía frío, así que caminábamos del brazo, platicando, comentando. Hasta llegar a sentarnos en el café.

No es que la plática fuera muy intelectual, solo se trataba de pasar el rato.

Se pasó el tiempo entre la charla y las risas, ya era hora de regresar.

Lo normal, lo de siempre, caminar y volver a casa sin más.

Fue entonces que cerré los ojos.

Seguía haciendo frío, pero sentí el abrazo.

En esos instantes hasta la temperatura cambió, las luces se hicieron más radiantes, y la gente se hizo sombras, sentí ese beso que me estremeció…

Y entonces desperté.

No vi tu rostro, no supe quien eras, pero si, eras tú.

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Vulnerabilidad: expresión de amor

Siempre nos han enseñado a ser fuertes y escondemos nuestra parte más débil emocionalmente.
 
Sin saber que esa parte vulnerable es la que nos hace humanos, la que nos hace sensibles, que nos permite acercarnos unos a otros en transparencia.
 
La información que nos rodea, nos enseña que al mostrarte fuerte e invencible, tendrás más poder y control sobre lo que te rodea. Dejando de lado, que al no mostrarte vulnerable, pierdes la oportunidad de amar de verdad.
 
La vulnerabilidad es la capacidad de conectarte con el mundo real.
 
Reconocer que no somos perfectos, que fallamos y que siempre podemos mejorar es lo que nos hace vulnerables y a la vez más sensibles.
 
La vulnerabilidad es una cualidad que Dios nos da, es la más alta expresión de amor.
 
Jesucristo se hizo vulnerable a lo máximo al dar su vida por nosotros. La más fuerte expresión de amor, el dar la vida por lo más amado.
 
Si amas de verdad, y nunca fuiste herido por la persona que amas, no estás amando.
 
No quiere decir que vivas en una relación de masoquismo ni desprecio, si no que aceptes que al amar de verdad, la otra parte puede o no puede sentir lo mismo, pero tu si puedes decidir amar incondicionalmente.
 
La inseguridad nos impide amar, porque le das a la otra persona la responsabilidad de tu felicidad. Ama con seguridad.
 
La autosuficiencia nos priva de mostrarnos tal cual somos. Al relacionarte, recuerda que siempre necesitamos de otros para caminar acompañados.
 
La comparación es la expresión de la codicia en nuestro corazón, ya que estamos codiciando algo que no tenemos, perdiendo la oportunidad de gozar de lo que si tenemos.
 
Cuando amamos de verdad, vencemos el temor al rechazo, porque no estamos esperando a cambio nada, simplemente damos lo que tenemos en nuestro corazón.
 
El amor es una decisión basada en el hecho y aceptación que somos vulnerables, dejándole el control a Dios de lo que pueda suceder.
 
Reflexión sobre la predicación del Pastor Leo Lombar en retiro Unánimes Agosto 2018

Instrumentos de amor

Dios envía a su tiempo, mensajes de amor 💕 a través de la gente que te aprecia y te quiere para que no olvides que todo estará bien, que eres especial y que siempre ha estado ahí escuchando tus oraciones, cuidándote, dando provisión y bendiciéndote a través de la prueba.

De esta manera puedas aumentar tu fe y sigas en tu camino para cumplir tu propósito para el cual fuiste llamado.

¡Gracias! 🙏🏼❤️

Respeto

«Ámense unos a otros como hermanos, y respétense siempre.»‭‭Romanos‬ ‭12:10‬ ‭TLA‬‬ 

El respeto según la RAE es considerar algo como digno de ser tolerado. 

En este caso se habla de amarse el uno al otro, a tu prójimo, a tu próximo considerándolo digno de tolerar o soportar.

Habemos personas muy difíciles de tolerar y queremos tolerancia. ¿Porqué entonces es tan difícil tolerar a otros? 

Muchas veces podemos estar en desacuerdo con una actitud o un hecho, pero debemos aprender y decidir amar a nuestro prójimo. 

Esto no significa que debemos permitir todo, el que ama, también pone límites. Ese también es el principio del respeto. Cuidar que lo que hagamos no perjudique a los demás. 

Podríamos intentar cada día actuar con respeto. ¿No crees? 

  

El amor y el perdón.

El amor es un tema que aunque pareciera trillado (o más bien lo hemos hecho así por tratarlo de manera superficial), siempre estamos buscando maneras de expresarlo, plasmarlo, comunicarlo, demostrarlo, sentirlo.
Con todo esto, nos quedamos cortos en tratar de explicarlo.
El ser humano siempre busca definir y limitar conceptos y creo que en el caso del «amor» es difícil que esto se cumpla.
¿Cómo sabemos si estamos en realidad amando?
Si alguno dice: Yo amo a Dios, y aborrece a su hermano, es mentiroso. Pues el que no ama a su hermano a quien ha visto, ¿cómo puede amar a Dios a quien no ha visto? (1 Juan 4:20 RVR1960)
Nos encanta depositar nuestra entrega hacia lo tangible, y es por esto, que nos cuesta trabajo entender como es el amor y esto, tiene mucho que ver con nuestra relación con Dios, por lo tanto afecta a nuestras relaciones con los demás. (Nuestro prójimo)
En nuestra vida siempre se nos cruza en el camino gente difícil de tratar y que nos representa un reto el poder convivir y sobre todo entender.
En el texto la parte que dice: “Pues el que no ama a su hermano a quien ha visto, ¿cómo puede amar a Dios a quien no ha visto?” (1 Juan 4:20 RVR1960) va muy de la mano de la definición de fe “La certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve.” Porque lo que vemos y tenemos al alcance, no nos damos la oportunidad de amarlo y entenderlo ( a nuestro hermano) ¿Cómo podremos depositar nuestra fe en Dios si no lo vemos?
Todos los días en nuestro diario andar nos rozamos con personas que tal vez no sean de nuestro completo agrado, otras de verdad que nos parecen insoportables. Muchas veces, las personas más cercanas a nosotros son las que más nos lastiman ya que tienen las suficientes armas para hacernos daños. Entonces, inmediatamente pensamos que esas personas las odiamos o que no las amamos. Pero, amar a Dios incluye amar a nuestro prójimo: “Hierro con hierro se aguza; Y así el hombre aguza el rostro de su amigo.” (Proverbios 27:17 RVR1960)
Quizá es difícil amarlo en lo terrenal, sobre todo es difícil perdonar las grandes ofensas, pero esto no es imposible si consideramos que el amor que debemos practicar es aquel que es a través del amor a Dios, “En el amor no hay temor, sino que el perfecto amor echa fuera el temor; porque el temor lleva en sí castigo. De donde el que teme, no ha sido perfeccionado en el amor.” (1 Juan 4:18 RVR1960) Esto no quiere decir que si alguien te trata mal, estés a su lado permitiéndole herirte. Significa poner límites, pero entender que si Dios tiene misericordia para nosotros, su gracia alcanza para TODOS. Incluso para los que obran mal, la diferencia está en que si nosotros abrazamos esa promesa y la aceptamos en nuestras vidas para vivir con amor. Bajo esta premisa, es difícil emitir juicios, juzgar a los demás, ya que el mismo amor que me justifica a mi, es el que puede justificar al del prójimo. Todos somos imperfectos. ¿Quiénes somos para juzgar? “En esto se ha perfeccionado el amor en nosotros, para que tengamos confianza en el día del juicio; pues como él es, así somos nosotros en este mundo. “ (1 Juan 4:17 RVR1960)
Todos anhelamos ser perdonados y vivir en amor, así Dios que es luz nos quita de la oscuridad y entonces nos da de su perdón. Lleno de misericordia.
Así que tal vez las ocasiones que encontramos a alguien que no es de nuestro total agrado, en lugar de dejarnos llevar por nuestros sentimientos y emociones arrebatadas, pudiéramos recordar antes que si “Nosotros le amamos a él, porque él nos amó primero. (1 Juan 4:19 RVR1960)” por eso, Dios nos da de su perfecto amor y nos alcanza para todos y para que vivamos en luz, en paz unos con otros. Que aprendamos a disfrutar de nuestras diferencias y enriquecernos, poniendo límites, pero siempre enfocarnos en el amor.
“Y nosotros tenemos este mandamiento de él: El que ama a Dios, ame también a su hermano. (1 Juan 4:21 RVR1960)”

Y ahora…

¿Cuántas veces no has sabido qué hacer?
¿Cuántas veces has intentado no caer?
¿Cuántas veces has entregado todo?
¿Cuántas veces más lo harás?
Las puertas se cierran y abren, algunas eliges otras no…
Y como dejar ir algo que atesoras
En completa libertad
Ya no hay que llorar

Mi Dios Personal

El Dios que yo tengo es sencillamente mi amigo.  No tengo que andar con rodeos, ni siquiera tengo que contarle mis «pecados» a otro ser humano que tiene las mismas limitaciones que yo. alguien que me condene por lo que hice, que de cualquier forma, lo que hice no estuvo mal ni bien, Dios no castiga, es sólo cuestión de aprendizaje y experiencia. Con Mi Dios no es necesario darle una vuelta al mundo para llegar a su corazón, porque llegaría al mismo punto donde comencé, y es, que está dentro de mí.  Lo que realmente me satisface a mí, y que me hace mejor es lo que Dios busca para mí, (si es que busca algo).

No creo haber nacido con el pecado original, en todo caso, ¿qué no Jesús vino a pagar por mis pecados?  Y en realidad ¿Existen los pecados? entonces, ¿qué hago aquí? O es que entonces la respuesta a mis preguntas es más simple de lo que cualquier persona piensa, el verdadero pecado sería el no aprovechar mis capacidades, oportunidades y mis dones al máximo. Escoger entre vivir o sobrevivir. Con Mi Dios siempre es así de sencillo. Los humanos, como entes sociales somos los que nos complicamos la existencia, con nuestros tabúes, miedos, complejos y ansiedades. no comprendemos que al aceptarnos y amarnos a nosotros mismos, es la manera más sencilla de acercarnos a él. Dios no castiga, no es un Dios al que hay que temerle, ni esconderle nada, de todas formas, si es omnipotente, sería muy difícil engañarlo, conoce, cada sentimiento y cada corazón, ¿más bien no será que nos engañamos a nosotros mismos? Si, es eso, pero si Dios está en mí, entonces, no me puedo engañar y en el fondo, sé lo que hago, aunque tenga buenas o malas consecuencias, de todos modos, me perjudico yo misma.

Vivimos tan pendientes de lo que somos ante los demás que no permitimos el comunicarnos directamente con Dios o sea, con nosotros mismo, estamos tan acostumbrados a tener máscaras, que creemos que funcionará con nuestra persona, vivimos engañados y lo sab3emos, y lo peor es que nos gusta. Nos gusta creer en lo que creemos que es agradable para los demás, lo que es «popular» lo que es «la onda», por eso es que nos engañamos con cosas verdaderamente intrascendentes, fantásticas. Es una pena que Jesús haya tenido que hacer milagros, porque la mayoría de las personas somos ciegas, y necesitamos una demostración para nuestros ojos, para creer que Jesús, fue el Mesías. sus enseñanzas son fáciles, sólo que nosotros nos complicamos la existencia, y Jesús sabía que después de su venida se crearían las divisiones, porque todas las ideologías dependen de «interpretaciones», y he ahí que somos bastante inteligentes como para interpretar lo que nos conviene. Ya sea para controlar gente, como la Iglesia Católica que ha controlado tantas cosas, por medio de un Dios Castigador, y por medio de un crucifijo que sólo significa muerte. Siendo que Jesús no está muerto y dejó parábolas, hipérboles y esneñanzas, que son complejas sí, pero pueeden interpretarse de la manera más fácil y sencilla, para la aplicación de nuestras vidas. Sobre los diez mandamientos, yo creo que Jesús se dio cuenta que daba margen a confusiones y además a excesos, así que los resumió a sólo dos: «Amarás a tu prójimo como a ti mismo» y «Amarás a Dios», yo creo que es la base esencial, ya que más bien se refiere a que ames a Dios y si Dios está dentro de ti, posiblemente el segundo se refiere a amarte a ti mismo, que es lo esencial para poder amara a los demás. Las enseñanzas de Jesús yo creo que se resumen en: AMOR.

Porque el amor es absoluto, no tiene razón, es loco, y da todo por los demás, está lleno de esperanza, de fe, todo lo cree, y es entrega total.

Este es Mi Dios Personal el cual lo encuentro tan verca y no necesito ir a templos ni confesarme con nadie para tener comunicación con él. Es tan sólo el platicar con él y conmigo misma, en mis propias palabras y en mi propio lenguaje.

Ensayo para la clase de Valores Socioculturales en el Mundo. Año 2002